Toda partida tiene tres fases: En la primera uno espera contar con
una ventaja; en la segunda, cree poseerla, y en la tercera, uno sabe
con seguridad que va a perder.
Toda partida tiene tres fases: En la primera uno espera contar con
una ventaja; en la segunda, cree poseerla, y en la tercera, uno sabe
con seguridad que va a perder.