Festival Internacional de Ajedrez Sunway Sitges: el show debe continuar

El Festival Internacional de Ajedrez Sunway Sitges, el cual se está disputando en estos momentos en la localidad catalana de Sitges, España, es uno de los pocos torneos abiertos de gran nivel que se han organizado durante la pandemia. Mientras que los participantes disfrutan de su deporte favorito, la sala de juego es una verdadera exposición de mascarillas de todo tipo.

Desde el pasado mes de abril sabemos que a Oskar Stober Blazquez, propietario del hotel Sunway Sitges y organizador principal del torneo, le gustan los retos. Y es que el Open Internacional de Ajedrez Online Sunway Sitges, disputado el mencionado mes de abril, cuando tanto España como la mayor parte de Europa sufrían la primera oleada de coronavirus y el correspondiente confinamiento, se convirtió en el primer torneo online jugado a ritmo clásico.

El principal desafío consistía en controlar las posibles trampas. Hubo algunos casos, y esos jugadores fueron evidentemente expulsados del torneo.

Stober: "Intento verlo desde la perspectiva de un director de hotel. La satisfacción de los participantes tiene para mí más valor que el nivel ajedrecístico del torneo. Tal vez eso no suene del todo políticamente correcto, pero si vuelvo la vista atrás, la realidad es que la gente se mostró muy agradecida y encantada. Disfrutaron mucho del evento."

No obstante, organizar la séptima edición del festival, en este caso presencial, ocho meses después, constituye un reto igual o superior al anterior. Y es que aunque nunca se tuvo la certeza de que se celebraría, Stober no consideró la posibilidad de cancelarlo en ningún momento.

"Si todos los demás torneos se cancelan, tendremos la oportunidad de hacer algo diferente al resto," afirmó.

Tras ese primer confinamiento, una relativa normalidad volvió a Sitges durante el verano, ya que el hotel de Stober tuvo un 75% de ocupación—en su mayoría turistas españoles. La situación en España se mantuvo más o menos estable durante cuatro o cinco meses, así que hacia finales de septiembre Stober decidió organizar un nuevo torneo.

"Fue más bien un 'vamos a no cancelarlo' en lugar de 'vamos a hacerlo'.'"

Pero entonces llegó la segunda oleada de la pandemia en octubre, tras lo cual parecía más que probable que las autoridades prohibirían la celebración del evento. No obstante, a pesar de que la mayoría de deportes podían ser practicados exclusivamente por deportistas profesionales, se permitieron las competiciones internacionales.

Resultaba evidente, eso sí, que sería necesario reducir el número de participantes con respecto a ediciones anteriores. En 2019, por ejemplo, disputaron el torneo un total de 450 jugadores.

"Esperábamos un máximo de 100 personas, todas ellas de la zona," afirmó Stober. "Pero entonces las cosas comenzaron a mejorar de nuevo a mediados de noviembre y alcanzamos el límite establecido de 230."

La fecha elegida para la celebración del evento no pudo ser más apropiada, ya que en estos momentos, con el torneo en marcha, el número de positivos por COVID-19 en España está volviendo a aumentar. Aunque existen ciertas restricciones que afectan a restaurantes, bares, y teatros, además de limitaciones para viajar en fines de semana, se espera que el gobierno vuelva a endurecer las medidas próximamente.

Como no podía ser de otra manera, se han adoptado una serie de precauciones para evitar contagios a la hora de organizar el torneo. Puesto que se juega en un hotel, algunas de esas medidas son más bien generales, como por ejemplo una desinfección constante de la zona, mantener la distancia de seguridad, impedir el acceso a ciertas áreas y una revisión constante del cumplimiento de los protocolos por parte de la organización.

La principal diferencia con respecto a la edición anterior es que este año los tableros están colocados a un mínimo de 1,5 metros de distancia. Los jugadores están obligados a usar mascarilla y pueden salir a tomar el aire a las terrazas exteriores, pero no pasear por la sala de juego para ver otras partidas. Deben permanecer sentados dentro de lo posible, no pueden comer en la sala de juego y la organización se encarga de poner botellas de agua sobre la mesa tres veces durante la partida.

Antes de dar comienzo la ronda, los participantes deben pasar un control de temperatura. En el supuesto de superar los 37,5 grados Celsius, el jugador en cuestión no podrá acceder a la sala de juego, si bien no se ha dado ningún caso hasta la fecha. Hay un doctor disponible en el local en todo momento, lo cual era un requisito indispensable para la disputa del torneo. Aquellos participantes procedentes de países de riesgo debían presentar un test negativo antes de dar comienzo el evento para poder tomar parte en el mismo.

Además de estas medidas, se procede a desinfectar tanto la sala de juego como la de análisis con bastante frecuencia.

"Queríamos organizar un torneo que transcurriese de la forma más normal posible, así que pusimos a disposición de los jugadores una sala de análisis," explica Stober. "Tenemos personal encargado de asegurar que nadie entra en ella si no es para analizar su partida. Además, cuando se usa una mesa, no puede volver a ocuparse hasta que se desinfecte y, a continuación, los empleados de seguridad dejan pasar a los siguientes jugadores."

Y a pesar de que la organización de esta edición es bastante más compleja de lo habitual, todo está transcurriendo sin sobresaltos hasta el momento.

Stober: "Los participantes tienen tantas ganas de volver a jugar ajedrez presencial que se muestra muy comprensivos con todas las medidas. Si tienen que esperar 10 minutos para entrar a la sala de juego, lo aceptan. Si con ello pierden algo de tiempo en su reloj, lo aceptan. Están muy satisfechos y afirman que la organización es buena, aunque obviamente yo no puedo hacer esa valoración porque soy parte de ella. Pero me alegra escucharlo." 

En lo que respecta al torneo, se han disputado cinco rondas hasta la fecha, las cuales nos han dejado algunas sorpresas. En la ronda cuatro, el ganador del año anterior, el GM Anton Korobov, perdió contra el GM español Hipólito Asis, mientras que el GM Karen Grigoryan cayó contra pronóstico contra la GM Nino Batsiashvili.

La partida del torneo, al menos hasta el momento, es el enfrentamiento entre Batsiashvili y el GM Maxime Lagarde. El GM francés puso en práctica el curioso gambito empleado apenas un día antes por el GM Daniil Dubov en el Campeonato de Rusia.

Por cierto, para los que piensen que la idea de Dubov es nueva, se equivocan. ¡Se jugó en una partida por correspondencia nada menos que en 1873!

Sunway Sitges 7ª edición | Clasificación tras la ronda 5 (Top 20)

(Full standings here.)