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Presta atención: El arte de observar a tu oponente
Observar a tu oponente puede darte mucha más respuestas de las que te imaginas...

Presta atención: El arte de observar a tu oponente

Silman
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Tras repasar un montón de partidas de aficionados (tanto en Chess.com como en torneos) y otras tantas de ajedrecistas titulados, veo con tristeza que la mayoría están "bailando solos".

Es cierto que los ajedrecistas titulados no cometen errores horribles demasiado a menudo y, si lo hacen, suele ser por motivos distintos que los aficionados. Sin embargo, todos padecen este mal en mayor o menor medida.

Error ajedrez

El error forma parte del juego en casi todas las partidas de ajedrez...

Aquí tienes los tres primeros párrafos de mi antiguo artículo titulado "Bailando solos":

  • Cuando veo las partidas que juegan los ajedrecistas de 1500 y menos, veo muchas debilidades, pero una es casi omnipresente: ambos jugadores están, en mayor o menor medida, bailando solos. Esto significa que un jugador decide hacer esto o aquello, puede calcular una jugada o dos y, cuando hace el movimiento, a menudo descubre que la respuesta de su oponente no tiene nada que ver con sus expectativas.
  • El motivo es que sus cálculos o expectativas se basan en una fantasía y su diálogo interno puede sonar más o menos así: "¡Iré allí y entonces él hará esto y yo lo derrotaré con esto! ¡Oh, sí! ¡Qué bueno soy!"
  • Desde luego, suena bien. Pero cuando el "bailarín" está haciendo sus cálculos y/o planes, no está intentando encontrar el mejor movimiento del oponente. En lugar de eso, está buscando los movimientos del enemigo que resalten su propio sueño.

Aunque es normal que los jugadores de menos ELO se metan en planes demasiado avanzados para que ellos los puedan reconocer, a pesar de todo necesitas hacer todo lo posible para averiguar qué diantres está haciendo tu oponente. Y sea cual sea tu ELO, siempre tienes que PRESTAR ATENCIÓN.

Eso significa que una bonita idea posicional puede ser increíble, excepto porque te dejas una pieza colgada. Eso significa que quieres una matanza rápida gracias a un largo cálculo táctico pero no te das cuenta de que pasaste por alto una clavada y acabas siendo tú el que muere rápidamente. Eso significa que hiciste un movimiento razonable de desarrollo pero tienes que deshacerlo porque de repente te diste cuenta de que no pertenece ahí.

Primer ejemplo

Todo esto radica en no ver las ideas o los planes del oponente porque no ha aprendido ese concepto específico. Todos tienen que pasar por esta dolorosa prueba, pero la felicidad llega después cuando te das cuenta de todo lo que has aprendido.

La siguiente posición surgió durante una partida de entrenamiento con un nuevo alumno. Al igual que la mayoría de jugadores, sabe qué hacer en ciertas situaciones, pero no tiene ni idea de qué hacer cuando se trata de otras. Tres de sus problemas son dejar piezas desprotegidas, no darse cuenta cuando deja el rey abierto y proteger su centro de peones. La única forma de curar estos problemas es experimentarlos una y otra vez (¡Hay que soportar el dolor!) hasta que, un día soleado, de repente todo cuadra.

Segundo ejemplo

Es el cuento de un alfil al que no querían. ¡Por favor, por favor, asegúrate de que tus piezas están protegidas!

Tercer ejemplo

Una casillita parece ser, en fin, pequeña y no demasiado importante. Pero eso no es cierto. De hecho, una "casillita" puede ganar toda la partida.



Cuarto ejemplo

Todo radica en la estructura de peones. Pero, si las blancas no prestan atención, su ventaja se desvanecerá. Solo una jugada funciona. ¿Puedes encontrarla?

PROBLEMA 1

Quinto ejemplo

En los primeros cinco movimientos tenemos un error serio. Ninguno de los jugadores estaba prestando atención y lo pasó por alto. ¿Cuál fue el error y qué bando lo cometió? Esto demuestra que todos deben estar alerta desde el primer movimiento hasta el final de la partida.

Anotaciones de Pal Benko.

Sexto ejemplo

Las blancas acaban de jugar 23.T1c4 amenazando la dama de las negras. Hace un momento las blancas estaban mejor y, en un segundo, están muertas. ¡Pero ninguno de los jugadores lo vio!

Otra oportunidad perdida...

PROBLEMA 2

Séptimo ejemplo

Lee estas palabras de John Grefe, que jugó en un torneo en Bulgaria (1974).

“Hasta los ajedrecistas más grandes cometen algún que otro error grave, pero es muy raro que improvisen un movimiento de forma impulsiva y éste sea un error grave. Aquí se dio en dos rondas consecutivas":  

“Aún más trágico fue el caso de Szabo, cuyo error llegó en una posición totalmente ganadora y le hizo perder el tercer puesto compartido":

He mostrado un grupo amplio de diversos ELOS. Todos cometemos errores garrafales. Algunos de sus problemas derivan de una falta de conocimiento. Pero la mayoría de sus problemas derivan de la falta de atención. Hasta los errores más descabellados que hemos visto cometer a grandes maestros en el séptimo ejemplo fueron culpa de la falta de atención (y una buena dosis de agotamiento).

Motivos por los que puede que no prestes atención:

  • La presión de tiempo no te permite prestar atención.
  • Si ves a un amigo y quieres charlas, es posible que hagas una jugada rápida y, sin saberlo, perder la atención.
  • Si no te molestas en buscar los planes de tu oponente, no estás prestando atención.
  • Si mueves demasiado rápido cuando aún tienes mucho tiempo en el reloj, de nuevo no estás prestando atención.
  • Tu pareja se acerca al tablero y te dice que ha vaciado la cuenta del banco... Bueno, ahí la atención ya ha salido por la ventana.
  • Puede que te emociones con lo que te parece una jugada mortal. No te quieres preocupar de tu pobre oponente, solo quieres que se arrodille asombrado por tu movimiento. Así que haces esta "jugada mortal", sonríes, tu oponente te da jaque mate y entonces te das cuenta de que, UNA VEZ MÁS, no prestaste atención.
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