Los ajedrecistas tienen un nombre distinto para todo
Wikipedia tiene una entrada sobre patrones de mate, y resulta que todos los jaque mates que conozco desde la infancia tienen nombres peculiares. Hay tantos que estoy totalmente seguro de que ningún gran maestro, ningún campeón mundial siquiera, se los sabe todos.
Tomemos por ejemplo la famosa partida que frustró el intento de Mijaíl Chigorin de hacerse con el Título Mundial. Esta concedió al error de Chigorin el dudoso honor de ser el segundo peor error cometido en un campeonato mundial.
Mijaíl Chigorin no era un tipo pequeño.
No me cabe duda de que Chigorin estaría encantado de descubrir que ese error no solo le costó el título mundial, sino que además le dieron el "mate del puerco ciego", pues así es como se llama este jaque mate. La abundancia de estos extraños nombres es asombrosa.
A veces, un pequeño detalle supone un cambio radical del nombre. Tomemos por ejemplo el famoso "mate Epaulette". Seguro que has visto esta famosa partida en alguno de tus libros de tácticas:
Desde niño siempre creí que cualquier patrón en el que una dama da jaque mate al rey del oponente rodeado de dos de sus piezas (normalmente torres) se llama jaque mate Epaulette.
Por ejemplo, mira esta partida moderna:
Por lo tanto, no me cabía duda de que estos dos mates de partidas de Viswanathan Anand eran ejemplos perfectos de este patrón. En uno de ellos, fue a él a quien le dieron jaque mate.
Y hace muy poco logró la dulce venganza.
¡Puedes imaginar mi sorpresa cuando descubrí que ninguno de estos mates era un Epaulette! El primer jaque mate es el "mate de cola de golondrina" y el segundo era el "mate de cola de paloma". ¡No bromeo, esos son los nombres reales! ¡Como ya he mencionado antes, una pequeña diferencia en la disposición de las piezas puede suponer la cola de un pájaro totalmente distinto! Para asegurarnos de que nunca confundas estos dos, aquí tienes un pequeño problema para resolver.
El mate de cola de golondrina:
El mate de cola de paloma:
Así que espero, queridos lectores, que desde ahora ya no volváis a sufrir confusiones con esta "ornitología del ajedrez".