Joyas de tres revistas de ajedrez (3ª parte)
Chess Review (desde 1933 hasta finales de 1969) fue sin duda la mejor revista estadounidense de ajedrez hasta que, en 1961, se topó con una muy mejorada Chess Life. Ambas trataron de vencer la una a la otra (el interés estalló debido a la llegada de Tal y, por supuesto, Bobby Fischer), aunque ambas eran excelentes. Al Horowitz, que estuvo en Chess Review desde el principio, trabajó de sol a sol durante décadas hasta que se jubiló. Esto llevó a la fusión de ambas revistas en Chess Life and Review (desde finales de 1969 hasta que en 1980 volvió a llamarse Chess Life).
He escogido los números de Chess Review de 1960 pues, en aquel momento, sentían que seguirían siendo los números uno durante muchos años más. Por supuesto, no tenían ni idea de que, en solo un año más, una batalla con Chess Life causaría una guerra por la supremacía.
El número de enero de 1960 de Chess Review. Imagen de eBay.
Chess Review inauguró el año 1960 con una bonita foto de portada. Además, en la primera página había una foto interesante tomada en una planta de materiales deportivos en Belgrado. En ella aparecían bastantes personas jugando en columpios y balancines. Esas personas, que jugaban como niños, eran Petrosián Petrosian, Tal, Averbakh y Keres.
Debajo de la fotografía había una serie de relatos sobre el torneo de contendientes. Mis partes favoritas de esa historia:
1. En una partida Benko-Gligoric, Gligoric estropeó la apertura, Benko empezó a consumir un montón de tiempo (siempre lo hace), Gligoric se defendió, Benko rechazó las tablas y, a cinco minutos del control de tiempo Benko ofreció tablas y su oponente las aceptó. Algún espectador anónimo sintió curiosidad por ver cuánto tiempo le quedaba a Benko así que se dirigió al tablero, encendió el reloj y... ¡La bandera de Benko cayó al instante!
2. En la novena ronda, Gligoric ofreció tablas a Petrosián y, después de que este las rechazara, Gligoric acabó ganando la partida. ¡Sin embargo, resultó que, al estar sordo, Petrosián no había oído la oferta!
3. Benko pensó que Tal podía estar hipnotizándolo. Así que, cuando jugaron, Pal se puso gafas de sol. Por desgracia, las gafas de sol quizá impidieran su visión porque Benko colgó un peón para nada y, por supuesto, perdió la partida.
4. Tal dio una exhibición simultánea de ping-pong y ajedrez, haciendo las jugadas de ajedrez en el breve intervalo en que la pelota estaba fuera de juego.
El número de septiembre de 1960 de Chess Review. Imagen de eBay.
¡Tenía que pasar! En la página cuatro salía una foto e información sobre la victoria del club Waterville contra el Portland 5-4. Yo estaba a punto de pasar las páginas que no tenían columnas pero tuve que frenar en seco en la quinta página, que mostraba una línea teórica que se pensaba que estaba bien para las negras.
En la misma página detecté otra Defensa Francesa. Seguro que las negras lo harían mejor que en la anterior partida:
Y ahora nuestro primer problema:
PROBLEMA 1
¿Qué está pasando? Sigo en la página cinco y aún me quedan 380 páginas si miro todos los números de 1960 (está claro que no voy a lograrlo ni de lejos).
EL FOCO EN LAS APERTURAS
Saltando varias páginas, me topé con la sección del Dr. Max Euwe, "El foco en las aperturas". En ella hablaba de:
Pero también comentaba:
Debido al ritmo lento de esta línea, aún hay mucho válido (aunque no está de más consultar un tomo moderno sobre esta línea). Lo que es más importante, Euwe te enseña los pros y los contras de esta configuración, mezclando conversación erudita con un poco de humor de Keres.
Euwe: “La continuación más jugada en esta nueva vieja apertura es la llamada "Variación de los Dos Caballos" que, durante un tiempo, parecía que iba a convertirse en mortal para la Caro-Kann".
SILMAN: La revista daba más, pero tengo que pasar a otras cosas fantásticas. ¡Ah! Olvidaba decir que Keres tenía razón. Ahora 7.Ab2 es la elección más común de las blancas, seguido de 7.a3.
COMBINACIONES Y MÁS EUWE
Más adelante encontré más combinaciones básicas, más posiciones con combinaciones ("El toque final" de Walter Korn) y otra columna de Euwe, esta sobre Finales (Torre contra peones). Centrémonos en los problemas de Walter Korn.
PROBLEMA 2
Las negras echaron a perder una ocasión única en la vida. ¿Puedes verla?
PROBLEMA 3
De una partida de Richter, Berlín 1929.
PROBLEMA 4
PARTIDAS DE LECTORES
"La Caída y el ascenso del gambito", de Al Horowitz
Tenía muchas ganas de llegar a esto puesto que Al Horowitz fue el alma de esta revista. Al fin y al cabo, tras trabajar en Chess Review desde 1933 hasta finales de 1969, tenía que ser una parte viva de ella. La partes que encontré página tras página eran Horowitz en estado puro.
En esta columna mostraba la (al menos en esta partida) defunción del Gambito del Ala. ¡Sin embargo, la segunda partida demostraba que sacrificar material sigue siendo bastante divertido!
FISCHER VUELVE A GANAR
Campeonato de Estados Unidos, 1959-60
Fischer volvió a dar una buena paliza a sus oponentes terminando invicto con un resultado de 9-2. Robert Byrne lo siguió de cerca con 8-3.
TAL SOBRE EL TORNEO DE CONTENDIENTES
No se lo digas a nadie, pero va a hablar de Fischer.
“Nombro a Paul Keres como héroe del torneo. A sus 43 años jugó como un joven de 20. Antes del torneo muchos periodistas expresaron su opinión de que para Keres era "Ahora o nunca". Es un jugador de gran fortaleza y, tras un intervalo de tres años, en el próximo torneo de match (que ganó el derecho a jugar quedando segundo en este) será uno de los contendientes principales.
El campeón de la Unión Soviética, Petrosián, quizá hubiera esperado hacerlo mejor. Pero jugó sin entusiasmo y esto se reflejó en sus resultados. Hizo muchas tablas y no luchó por el primer puesto. El fracaso de Smyslov resultó aún más sorprendente. Él también es un jugador muy estable en estilo y carácter, pero en este torneo se mostró demasiado ansioso desde el primer momento. Quizá necesite aprender más sobre sus oponentes. Desde 1954 ha jugado sobre todo contra Botvínnik y ha perdido el contacto con el estilo de otros grandes maestros. Solo en la tercera ronda mostró su fuerza excepcional, pero para entonces ya era demasiado tarde para ganar.
Fischer, al principio, soñaba con ser campeón del mundo. Pero habría tenido más probabilidades si hubiera jugado en primer lugar el campeonato juvenil. Allí sin duda habría ganado. Demostró que es un jugador de mucha clase y en el futuro próximo será un oponente de mucho peso.
Yo personalmente jugué de manera irregular. Pero en una competición tan larga es difícil jugar bien de principio a fin. Al principio estaba en baja forma física y recuperando fuerzas, por lo que solo en la tercera ronda en Zagreb logré aplicar todos mis poderes.
Creo que mi mejor partida fue la que jugué contra Smyslov en la segunda ronda, y la que jugué contra Fischer en la tercera.
He soñado durante mucho tiempo de jugar al menos una partida con el campeón y me alegro de haber logrado la oportunidad de jugar todo un match contra él".
No creo que a Fischer le hiciera mucha gracia el consejo de Tal de jugar el campeonato juvenil, ni su afirmación de que en el futuro próximo sería un oponente de peso.
OBRAS MAESTRAS DEL PASADO
de Fred Reinfeld
Fred Reinfeld fue un escritor muy prolífico (además de haber estado en el Top 10 de Estados Unidos como ajedrecista). Aunque, de los más de 100 libros de ajedrez que escribió, algunos buscaban claramente el dinero rápido (todos tenemos que comer), lo cierto es que conlos años he ido entendiendo que fue un escritor adelantado a su tiempo y que la mayoría de sus libros eran entre buenos e increíbles.
En su columna decía lo siguiente:
“Una característica del estilo de Alekhine era que, una vez obtenía la ventaja, la explotaba con una energía supernatural. Esta técnica creó partidas que son tan instructivas como entretenidas".
En lugar de darte toda la partida, la convertiré en un problema:
PROBLEMA 5
Supongo que tengo que poner fin a esto porque si no me quedaré aquí sentado para siempre y mi mujer ya está afilando el cuchillo. ¡Es una pena dejar tantas cosas en el tintero!
Entonces, ¿Qué revista (en sus mejores años) ganó? Estas tres revistas no tenían portadas brillantes. No eran bonitas. Pero te daban las noticias, te daban fantásticas columnas de jugadores legendarios, te daban montones de fotos y una fuente inagotable de problemas tácticos. Y, lo que es más importante, tenían alma. Cuando veo las revistas modernas de alta tecnología, no noto que tengan vida (y, por supuesto, no la tienen). Pero estas tres revistas formaban parte de nuestras vidas. Eran amigos especiales que nos visitaban una vez al mes. Y aquellos que las amamos aún lamentamos su desaparición.
La "ganadora" es claramente Chess Life and Review pues absorbió casi todo de ambas. El "casi" es por Israel Albert Horowitz, que realmente era el alma de Chess Review. Su presencia se sentía en cada número. Era una maravilla el amor que ponía en cada uno, haciendo que todos ellos fueran especiales. Eso no puede sustituirse.
Las nuevas revistas brillantes ofrecen mucho, pero los fantasmas de los 60 y los 70 solo se pueden ver si "escuchas" esas revistas. Yo las oigo continuamente. Léelas y tú también las oirás.