El manifiesto del blitz
28 de mayo de 1992. Moscú.
La recién instaurada Federación Rusa está inmersa en el tumulto social y económico tras la disolución de la URSS. Pero los fans del ajedrez pueden gozar de un pequeño respiro: se celebra un torneo de blitz retransmitido en directo por televisión en la Casa Central del Periodista en el número 8 del Nikitski Boulevard. En él participan los mejores grandes maestros de Rusia, encabezados nada menos que por el campeón mundial vigente Garri Kaspárov.
Pero el centro de atención no es Garri, sino la lánguida figura al otro lado del tablero. Ataviado con un blazer oscuro y con el ceño fruncido por la concentración, el hombre ejecuta sus movimientos con experta seguridad en sí mismo y a una velocidad vertiginosa. Sacrifica un caballo en una Siciliana y las complicaciones resultantes son demasiado complejas hasta para Garri.
Su bandera cae justo cuando iba a rechazar el ataque.
El Nikitski Boulevard en Moscú.
Esa lánguida figura es un Mijaíl Tal enfermo terminal. Justo un mes después, el 28 de junio de 1992, el Mago de Riga falleció a los 55 años. Como dijo Genna Sosonko, "todos sus órganos habían dejado de funcionar".
Pero ni la mismísima Parca pudo evitar que Misha Nekhémyevich disfrutara de una última sesión de blitz. Y una sesión buenísima, además.
Decidí comenzar con esta reconfortante estampa no porque sea única, sino precisamente porque no es única. Hay muy pocos ajedrecistas que no tienen el mismo interés, si no un interés mayor, en el blitz que en el ajedrez clásico. La llegada de los servidores de ajedrez en línea, junto con la creciente accesibilidad del internet por todo el mundo, ha permitido a los entusiastas del ajedrez de todos los niveles y nacionalidades satisfacer sus ansias de jugar al ajedrez rápido y ha contribuido al surgimiento de populares súper torneos con controles de tiempo reducidos.
A pesar de estas tendencias, la literatura de ajedrez sobre la mejora en el blitz es casi inexistente. Mi tenaz búsqueda solo me aportó un puñado de fuentes: hay un libro de 2005 del experto de la Federación de Ajedrez de EE. UU. James Maxwell, un reciente monográfico del GM Evgueni Sveshnikov y su hijo que ofrece un repertorio de aperturas ideales para el blitz y varios streamers excelentes que ofrecen comentarios informativos mientras juegan. Pero, que yo sepa, ningún jugador de blitz serio ha producido un curso instructivo exhaustivo sobre cómo mejorar en el blitz.
En "El manifiesto del blitz", mi nueva columna bisemanal, trataré de aportar una guía exhaustiva para dominar el blitz. Seguramente tienes mil preguntas rondándote la cabeza. ¿Por qué blitz? ¿Qué temas tratarás? ¿Qué te convierte en un "jugador serio de blitz"? ¿Por qué debería leer sobre blitz cuando puedo jugar a blitz? ¡Deja de hablar y ponte a ello ya!
La respuesta breve es: todo a su debido tiempo. Para poner el cimiento, abordaré cuatro preguntas cruciales que te darán una noción más exacta de lo que trata esta columna. Lo que es más importante, comenzaremos a surcar las traicioneras aguas del dominio del blitz.
Pregunta 1: ¿Qué te convierte en especialista en blitz, Daniel?
No cabe duda de que la mayor estrella del blitz es Hikaru Nakamura. Desde que en sus días de formación empezó a jugar en el Internet Chess Club con el pseudónimo "Smallville", Hikaru ha deslumbrado a todos con su rapidez sobrenatural, su precisión táctica y su tenacidad arrolladora. A día de hoy su Elo de blitz en Chess.com es de 3014. Es el mejor jugador en activo de blitz del mundo, fin de la historia.
Nakamura. | Foto: Maria Emelianova/Chess.com.
Mi pedigree de blitz es risible en comparación con el suyo. Soy un adicto al blitz desde hace más de una década y he jugado un total de unas 30.000 partidas en varios servidores en línea. En Chess.com, mi Elo fluctúa entre los 2800 y los 2900, por lo que estoy a poca distancia de los 10 mejores jugadores activos de la web. Dicho eso, mis habilidades en blitz no son nada de lo que hablar a mis nietos en el futuro. Soy rápido, pero no tan rápido. Mis tácticas son decentes, pero en raras ocasiones juego dos partidas seguidas sin dejarme una pieza colgada. En definitiva, me considero un buen jugador de blitz, pero si estás buscando una receta para derrotar a Hikaru, has venido al lugar equivocado.
Creo que estoy cualificado para escribir esta columna porque llevo años intentando crear un estilo de blitz que es creativo y a la vez fundamentalmente sensato. Consecuentemente, los consejos que compartiré en esta columna estarán ligados a mi estilo en el ajedrez clásico y a mi filosofía en el blitz. No pretendo estar impartiendo EL manifiesto del blitz (así que Karl Marx puede descansar tranquilo), sino más bien UN manifiesto del blitz que a mí me ha funcionado. Aquí tienes un espécimen reciente en el que, tras sufrir durante la primera parte de la partida, obtuve mi recompensa.
Pregunta 2: Me gusta el blitz, pero ¿¡a quién le importa la puntuación en línea!? ¡Quiero ganar torneos sobre el tablero, no encuentros de tres minutos!
Hay dos líneas de pensamiento que me hicieron apartar este punto válido. En primer lugar, yo defiendo que, aunque la puntuación en línea per se no es importante, lo que esta refleja sí que tiene mucho más peso. Si pasas una buena parte de tu tiempo jugando a blitz, entonces parece razonable concluir que quieres llegar al máximo de tu potencial.
En segundo lugar, la línea que divide el ajedrez blitz y el clásico no es tan ancha como cabe pensar. De hecho, creo firmemente que, si uno se toma el blitz en serio, este puede ser una herramienta de entrenamiento potente y versátil para mejorar en el ajedrez clásico. Aunque la correlación entre ambos no es ni mucho menos lineal (hablaré más de esto en la siguiente pregunta), yo personalmente he aprendido cantidad de lecciones mientras movía el ratón que luego he aplicado sobre el tablero de madera. Un ejemplo de esto lo viví en el Campeonato de EE. UU. del año pasado.
Pregunta 3: Obviamente hay algún nivel de correlación entre la mejora en el ajedrez clásico y en el blitz. Como mi tiempo es limitado, ¿tiene sentido realmente dedicar tiempo específico a mejorar en el blitz?
La respuesta breve es un sí rotundo. No me malinterpretes: No estoy diciendo que dominar las complejidades del blitz vaya a hacer que arrases en el Open Mundial. Al mismo tiempo, como decía antes, si efectivamente te apasiona el blitz, optimizar tu mejora en esta disciplina puede aportarte muchísima realización personal. Lo que es más, yo escribiré cada artículo de esta columna con dos objetivos suplementarios en mente:
1. Siempre haré todo lo posible para asegurarme de que muchos de mis consejos sean tangencialmente aplicables al ajedrez clásico. No examinaremos el blitz en un vacío; a veces analizaremos partidas sobre el tablero para ver cómo los conocimientos adquiridos en el blitz pueden transferirse con éxito al tablero. Mi partida contra Robson es un buen ejemplo de esto.
2. Cada artículo será legible y digerible en 15 minutos o menos. Como puede que sepas de mis artículos previos, creo que repasar partidas con anotaciones profundas ensalza significativamente la experiencia de aprendizaje. Las partidas de blitz no son una excepción. Sin embargo, trataré de diseñar cada artículo de modo que todos los puntos principales estén enfatizados en el texto. Si tienes poco tiempo, siempre podrás beneficiarte del artículo sin mirar cada variante con lupa.
Por último, es importante entender que no todos los grandes jugadores sobre el tablero son tan buenos (en comparación) en blitz y viceversa. En cierto sentido, para lograr dominar el blitz hay que ver el juego con otras gafas. Y si estás pasando por un bache en tu avance sobre el tablero, este cambio de perspectiva podría aportarte desarrollos positivos en tu motivación y fuerza de juego en el clásico.
Pregunta 4: Está bien, seamos claros. ¿De qué vas a hablar exactamente y cómo serán tus próximos artículos?
Si crees que voy a desvelar un montón de cosas sobre la columna en esta introducción, ¡te equivocas! Echaría a perder toda la diversión. Lo que sí puedo decir es que el blitz ofrece tesoros secretos en cuanto a material instructivo: ¡solo piensa cuántas partidas blitz se han jugado en línea y qué pocas son bien conocidas! Aunque (a veces) me centraré en mis propias partidas de blitz, desde luego no me limitaré a mi propia y triste carrera de blitz. Habrá partidas de jugadores de todos los niveles, de todos los servidores en línea y de todos los períodos desde el origen del blitz.
Tengo que aclarar un par de cosas más: Creo que 3'+0" es el control de tiempo estándar de blitz, pero mis ideas se podrán aplicar igualmente con un control de tiempo modificado, como 5'+0" ó 3'+2", o incluso en partidas rápidas. En relación con esto, la gran mayoría de partidas blitz hoy en día tienen lugar en internet, lo cual significa que una parte de los artículos estará escrita con el objeto de alcanzar el éxito en el blitz en línea. Sin embargo, también haré digresiones para comentar ciertas dinámicas específicas del blitz sobre el tablero y muchas de las partidas ilustrativas estarán sacadas de torneos como el Campeonato Mundial de Blitz. Al fin y al cabo, este torneo es lo único en el universo que puede sacarme de la cama y ponerme frente al ordenador a las 5 de la mañana.
Finalmente, espero que esta columna adquiera, con el tiempo, una naturaleza colaborativa. El motivo por el que no la he titulado "El manifiesto del blitz de Naroditsky" es porque espero que tú, el lector, desempeñes un papel integral en su desarrollo. Os animo a que dejéis vuestros mensajes de acuerdo, desacuerdo, halago, crítica o cualquier otra contribución en la sección de comentarios, siempre dentro de los estándares básicos de cortesía y respeto. Comparte tus experiencias, rétame, debate mis argumentos, haz todas las preguntas que desees. Estamos juntos en esto. Dada la escasez de material sobre la mejora en el blitz, este es un territorio nuevo para todos nosotros, yo incluido.
Pero todo llegará. Ya es hora de que me empiece mi sesión nocturna de blitz. Te dejo con uno de mis más queridos recuerdos de blitz, una partida que se jugó hace casi una década y que fue uno de los puntos de inflexión en mi adicción al blitz.