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Conoce al Campeón: Magnus Carlsen

Conoce al Campeón: Magnus Carlsen

JonathanTisdall
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El encuentro por el Campeonato del Mundo de la FIDE 2021 entre los grandes maestros Magnus Carlsen y Ian "Nepo" Nepomniachtchi promete ser entusiasmante para todos los fans del juego. Al igual que ocurre con todos los principales enfrentamientos deportivos, existen aspectos y ángulos sobre los cuales espectadores y expertos pueden debatir.

Es crítico recordar que las predicciones de los "expertos" son, en raras ocasiones, más que cháchara; e incluso el análisis en retrospectiva a menudo genera conclusiones igualmente equivocadas. Lo único que realmente importa son las decisiones que los jugadores toman como estrategia para el match y el consecuente resultado. Ellos son los únicos expertos, y son ellos los que tendrán que vivir con las consecuencias de las decisiones que tomaron.

Cómo seguir el Campeonato del Mundo de la FIDE 2021
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Creo que la verdadera diversión de explorar un torneo de esta magnitud es profundizar un poco más en los diversos factores que pueden influenciar el resultado, tomar en cuenta un poco de historia, tratar de ignorar lo obvio. y contemplar algunos detalles ocultos.


Una corona inquieta

Un contexto histórico siempre nos ayuda a entender y a sentirnos un poco más informados sobre lo que creemos que sucederá. El campeón del mundo noruego está en posesión de su título desde 2013, cuando derrocó a la leyenda de la India, de edad mucho mayor que la suya, GM Viswanathan Anand, en su ciudad natal, Chennai, cumpliendo lo que muchos habían vislumbrado como un destino inevitable.

Magnus siempre se sintió orgulloso de haberse establecido como el mejor jugador del mundo, una hazaña que consiguió en enero de 2010, a la tierna edad de 19 años. Compitió cabeza a cabeza con el entonces campeón por el primer puesto en el ranking mundial, hasta finalmente superarlo en julio de 2011. Desde entonces, se mantiene en la cima.

Magnus Carlsen Know The Champion
Carlsen, en una entrevista con Chessvibes, en 2010. Foto: Peter Doggers/Chess.com.

Su rating máximo se acercó en dos ocasiones a los impensables 2900. Cuando se abran las cortinas para el duelo 2021, el dominio de rating de Carlsen puede llegar a ser inusualmente significativo. No hay ningún otro jugador por encima de los 2800 al momento de escribir estas líneas, y Magnus continúa habitando la estratósfera con más de 50 puntos por encima de este número mágico.

Es fácil olvidar las prioridades históricas de Carlsen, incluso aunque él mismo haya planteado de forma regular el tema de no defender su título, siempre dando la impresión de que es más un problema que algo que vale la pena. El problema es que al tipo de personas que tienen una determinación implacable y una motivación infinita, les resulta extremadamente difícil ceder algo que han ganado.

Pero la actitud informal de Carlsen respecto a intentar ganar el título en 2013 —"¿Por qué no?"—está claramente respaldada por sus acciones de varios años atrás. En 2011, su disgusto por el complicado camino hacia el match por el título fue tan fuerte, que decidió abandonar el ciclo clasificatorio, quedándose tranquilo con "sólo" ser el número uno desde el punto de vista numérico. Magnus siempre ha dicho lo que piensa y hecho lo que dice; estos hábitos siempre crean tensión y suspenso en su relación con la corona.

Carlsen ganó y defendió su título frente a Anand convincentemente en 2014; los dos matches siguientes tuvieron historias muy distintas, lo que llevó a muchos críticos a conclusiones demasiado simplistas.

Magnus Carlsen Know The Champion
Carlsen, en 2013. Foto: Catharina Caprino/CC.

Magnus, el de los desempates

El acto final en los dos últimos encuentros por el título dejó un duradero impacto en los espectadores. El reto de los grandes maestros Sergey Karjakin, de Rusia, y Fabiano Caruana, de Estados Unidos, ambos finalizaron con un empate 6-6, seguidos por una cómoda victoria de Carlsen en las partidas rápidas de desempate. A pesar de sus similitudes, creo que el trasfondo psicológico de ambos matches fue completamente distinto; habiendo realizado las coberturas de los matches por el título durante casi 40 (!) años, también creo que estos factores mentales y extra ajedrecísticos son los aspectos más interesantes de estos intensos duelos, incluso aunque tuviéramos que especular.

Una muestra de mortalidad

No creo que exagere si digo que la narrativa de Carlsen para su encuentro frente a Karjakin fue una de arrogancia. El noruego era el claro favorito y, al mismo tiempo que una enorme confianza en uno mismo es una característica esencial en la mentalidad de un campeón, siempre existe el riesgo de que algo positivo se convierta en una carga. Aunque Carlsen y su equipo estaban claramente preparados para el match, había algo demasiado relajado en el ambiente a medida que progresaba el encuentro.

Know The Champion Magnus Carlsen
Carlsen (izquierda) y Karjakin (derecha) durante su match por el Campeonato del Mundo de la FIDE en 2016 FIDE. Foto: Maria Emelianova/Chess.com.

Los encuentros más recientes por el título mundial son, según los estándares históricos, bastante cortos; la mitad de lo que podría decirse era la típica duración de 24 partidas, y experimentos con un número ilimitado de partidas hasta que alguno alcanzara seis victorias, lo que resultó en increíbles maratones: 32 partidas entre Karpov y Korchnoi en 1978, y 48 partidas entre Karpov y Kasparov en 1984 - un match que ni siquiera terminó. Siendo los períodos de atención más cortos y los costos de realización más elevados, fue fácil exponer argumentos a favor de un formato truncado. Después de todo, aquellos prolongados encuentros usualmente incluían una larga serie de empates para aclimatarse y una ráfaga de acción hacia el final.

Desafortunadamente, acortar el match no siempre significa que el comienzo nervioso y pacífico desaparecerá. Aún más significativo, no obstante, es la evolución constante de los módulos de análisis y su tremendo impacto en la preparación de aperturas. Hablando sobre este tema con los jugadores de la élite de la actualidad, es casi imposible para los mortales comprender cuán profunda y minuciosa es la preparación de alto nivel. La capacidad para conseguir cualquier ventaja significativa y sorprender al equipo contrario de analistas está desapareciendo rápidamente. Siendo aún más difícil capitalizar cualquier ventaja por mínima que sea, en raras ocasiones esto resulta peligroso para un titán jugando partidas con un control de juego clásico.

Esto significa dos cosas: mientras que el campeón defensor necesita presionar y puntuar lo antes posible, el debutante está lidiando con los nervios de la ocasión. Las probabilidades de tener éxito en esto son cada vez más bajas, y es probable que número de empates siga siendo muy alto. (El encuentro de 2021 reconoce simbólicamente esto extendiendo el número de partidas a...14)

La importancia de esta situación básica quedó clara al comienzo del match Carlsen-Karjakin, en donde el retador tambaleaba mucho, pero el campeón estaba extrañamente descuidado en la conversión de la ventaja frente a una tenaz resistencia. Mientras que el ruso obtenía el apodo "Ministro de Defensa" con una larga serie de tablas, Carlsen se mostraba cada vez más frustrado. Finalmente, Magnus implosionaría por completo con las piezas blancas en la octava partida, arriesgando mucho más de la cuenta en un intento emocional de ganar a pura fuerza de voluntad. Con un Karjakin que parecía invencible, Carlsen tuvo que lidiar con lo que, presumiblemente, fue el momento más oscuro de su carrera: enfrentarse con la vergonzosa y dolorosa pérdida de un título que no sabía si quería en primer lugar, pero que ahora definitivamente no quería entregar.

Magnus Carlsen Know The Champion
Magnus Carlsen, en 2019. Photo: Maria Emelianova/Chess.com.

Narrativas

Aún si estamos analizando al campeón y su relación con el título, siempre es importante reflexionar sobre ángulos y narrativas alternativas. Para Karjakin, y presuntamente también Rusia, esto se perfilaba como una saga de redención. Después de todo, fue precisamente Karjakin quien había sido originalmente el mayor prodigio, y visto como un probable campeón antes del ascenso meteórico del noruego. Y, por supuesto, hoy esta narrativa suena bastante familiar.

Todos sabemos que, de alguna forma, Magnus consiguió igualar el marcador; más tarde emplearía la asombrosa novedad de "quemar" su última partida con las piezas blancas en la 12ª ronda, haciendo tablas rápidas y llevando el match a las partidas rápidas de desempate. La brillantez de desaprovechar su última oportunidad en la última partida clásica fue que Magnus obtuvo algunos de descanso mientras que Karjakin tuvo que preparase para el asalto final que nunca llegaría. Este tipo de pragmatismo calculado bien puede haber brindado la frescura psicológica y física necesaria para defender el título.

Lo mismo, pero distinto

Es difícil decir que el encuentro entre Carlsen y Caruana fue duro y entretenido cuando todas las partidas acabaron en tablas. Pero lo haré. La primera y última partida fueron momentos críticos: en ambas Magnus jugó con negras, y ambas contaron con una preparación aguda y exitosa.

La primera partida resultó ser el mayor fallo del match, con Carlsen estando a centímetros de una clara victoria. Esto influenciaría y resumiría todo el match: la necesidad de puntuar lo antes posible, la elección de luchar con las piezas negras, y el nerviosismo de una oportunidad perdida.

En el encuentro de Londres 2018, Magnus tenía más que su título en juego. La convergencia de un Magnus en mala forma y una larga serie de éxitos de Fabiano significaban que la más mínima victoria del retador resultaría en el destronamiento de Magnus como campeón mundial y jugador con el mayor rating: una potencial desaparición de casi una década de superioridad.

La primera partida fue fundamental: Caruana evitó un comienzo posiblemente devastador, y Carlsen, quizás asustado por el recuerdo del match anterior, se volvió mucho más cauteloso del rival al que respeta profundamente. Cuando Magnus elige empatar la 12ª partida estando en una posición con ventaja, el público tendría más de que quejarse que la falta de partidas definidas. "Este tipo sólo quiere mostrar sus habilidades en las rápidas; ¿es esta la forma de definir un encuentro de partidas clásicas, bla, bla, bla? Y sí, el desempate fue demoledor.

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Caruana (izquierda) y Carlsen (derecha) se dan la mano antes del comienzo de la 12ª ronda del Campeonato del Mundo de la FIDE 2018. Foto: Maria Emelianova/Chess.com.

Degustando las nuevas reglas

Como campeón, Magnus también ha expresado su frustración con el formato para la clasificación y el encuentro por el título mundial, así como también con los claros desafíos que supone la dificultad cada vez mayor de ganar partidas jugadas con un control de tiempo más lento, en estas luchas por el título más cortas. Su solución es jugar más partidas, más rápidas, para así producir un mayor número de partidas definidas. Magnus está convencido de que el ajedrez rápido se volverá más importante; consideró que un formato en el que se reemplace una ronda de ajedrez clásico por una serie de partidas rápidas sería una forma más adecuada de generar un encuentro por el campeonato del mundo más viable y emocionante.

Los escépticos expresaron su descontento sobre esta idea, ya que Magnus ha venido defendiendo su título en partidas rápidas. Los dos tours online organizados por Magnus y su grupo durante la pandemia del COVID, han utilizado variedades de este formato y fueron una especie de pruebas para lo que él ve será el futuro. Aunque Magnus emergiera victorioso en ambos tours, me dijo que aún no se ve a sí mismo como el campeón real de la disciplina. Afirmó que no había sido tan dominante como un campeón debería serlo - en caso de que precisaras una ilustración sobre su mentalidad asesina.

Mientras tanto, el ajedrez clásico mantendrá presuntamente su jerarquía; y ahora, hay un nuevo retador. En lo que respecta a las discusiones sobre rapidez y eventuales desempates, Nepo es probablemente el más peligroso de todos hasta ahora.

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Carlsen (izquierda) y Nepomniachtchi (derecha) jugando en el Torneo Mundial de Blitz y Rápidas de la FIDE 2017. Foto: Maria Emelianova/Chess.com.

Historia(s) obvia(s)

Mientras esperábamos que emergiera un retador del Torneo de Candidatos (afectado por la pandemia), hubo una distracción temporal sobre la edad de Carlsen. Al cumplir los 30 años, de repente dejó de ganar los eventos del tour online y tambaleó en el Tata Steel 2021, finalizando en sexto puesto en su primer torneo presencial desde el inicio de la pandemia. Aunque los torneos presenciales hayan sido severamente limitados, Magnus revirtió su suerte online para luego finalizar en buena forma, jugando (con piezas reales) y ganando el torneo Norway Chess en Stavanger, en lo que fue su principal precalentamiento antes del match por el título mundial. Lo que finalmente debería poner fin al tema de su edad, es el hecho de que el retador ruso es sólo medio año mayor que él.

Nepomniachtchi es, asimismo, medio año más joven que Karjakin, lo que crea un cierto eco y una versión más dramática de la historia de redención rusa. 

Hay un par de detalles que hacen de la "Redención Rusa 2" un cuento más fascinante que el original. Nepo y Magnus fueron rivales directos durante los eventos europeos y mundiales sub12; el jugador ruso ganó ambos títulos, superando a Carlsen por desempate en el Mundial sub 12 de 2002. Una entrevista genial (en noruego) con un joven Magnus al final de ese año, revela algunos detalles divertidos sobre la relación entre ellos en ese entonces.

Magnus reconoció que Ian era bueno, pero dijo que no estaba particularmente impresionado con él. También quedó claro que había una buena sintonía entre ellos.

¡Identifica a los jugadores del próximo match por el título mundial! Campeonato Mundial sub 12, 2002. 
(Derecha a izquierda: Nepo, Carlsen, un flojo jugador inglés, Andreikin, Nguyen, Wei Chenpeng. También participaron MVL, Le Quang Liem, Saric, Kuzubov, entre muchos otros grandes maestros)
Gracias a @GMastrokoukos por la foto!
— David Howell (@DavidHowellGM) April 27, 2021

De acuerdo con un joven Magnus, también jugaban al billar, y Ian hacía trampa cuando estaba perdiendo. Ambos parecen compartir un pícaro sentido del humor, y mientras que a Ian le estaba costando establecerse en la élite mundial, los dos estaban en términos lo suficientemente amistosos como para entrenar juntos; aparentemente, colaboraron un poco en la preparación previa de Magnus para el encuentro por el título.

Así que hay mucho más detrás de este enfrentamiento que una esperada historia de reencuentro. La clásica rivalidad este-oeste también incluye la suspensión, al menos temporaria, de una amistad inesperada.

¿El anti-Carlsen?

El otro ángulo desde el que podemos esperar que lo enfoquen los expertos es el choque de estilos de juego. Nepomniachtchi es un jugador agresivo, peligroso, impulsivo, que asume riesgos. Un claro contraste con la harmonía lógica y técnica implacable de Carlsen. Además, Ian no sólo estableció un marcador positivo frente al campeón en sus días como juveniles, sino que continúa siendo un rival muy complicado para Magnus: es hasta el día de hoy que sigue teniendo un score positivo en ritmo clásico frente a Carlsen.

Si añadimos estas consideraciones a la sensación general del peligro que genera un jugador como Ian, encontraremos a muchas personas que creen que este encuentro será muy entretenido, y que la ventaja obvia de Carlsen podría perder fuerza ante una "bestia negra" como oponente.

Sin embargo, existe una gran probabilidad de que la magnitud de la situación produzca un enfoque muy pragmático del retador. Carlsen predijo que verá a un Nepomniachtchi mucho más sólido y cauto en Dubái, algo que podría restar importancia al tan vaticinado choque de estilos. Ciertamente, es muy raro ver a un retador que no sea lo suficientemente cauto. Si quieres un análisis más estadístico, puedes echarle un vistazo a este artículo.

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Carlsen y Nepomniachtchi, durante el Norway Chess 2021. Foto: Lennart Ootes/Norway Chess.

En mi opinión, el enigma es el siguiente: puede que Nepomniachtchi sea, hasta el momento, el jugador más peligroso en los desempates; pero si Ian realmente está dispuesto a asumir riesgos y hacer el encuentro más apasionante, entonces también es mucho menos probable que empate el segmento clásico del match.

Mi sugerencia poco convencional para influenciar tu "apuesta"

Aun si en la actualidad el encuentro por el título mundial perdió mucho de su sentido histórico de maratón, una experiencia que le quitó años de vida a excampeones y retadores, el match por el campeonato mundial sigue siendo, muy probablemente, el evento más agotador en la carrera de cualquier ajedrecista.

En los viejos tiempos, era normal, en la cobertura de la preparación previa al encuentro, ver a los jugadores entrenándose duro físicamente como parte de la preparación. Recuerdo vívidamente las imágenes de un GM Viktor Korchnoi ya mayor, yendo al gimnasio, y corriendo por delante de su jadeante equipo de segundos ingleses, mucho más jóvenes que él. Magnus prometió que se recuperará del estancamiento que produjo la prolongada pandemia y que estará en su mejor condición física para la defensa de su título 2021. Intentaré tener en cuenta los cambios físicos visibles para determinar las chances reales del retador.

Hoy gané los dos partidos de fútbol de 3 contra 3. Un sentimiento fantástico.
También gané al ajedrez. Estuvo bien.
— Magnus Carlsen (@MagnusCarlsen) September 15, 2021

Ian siempre ha tendido a dar una impresión bohemia en el tablero. Creo que será un factor determinante para el encuentro cuán seriamente se ha preparado para el esfuerzo físico y mental que implica un match por el título mundial. Deberíamos resaltar que Nepo se veía considerablemente más delgado en Stavanger durante el evento Norway Chess.

¿Por quién simpatizar?

Los matches por el campeonato mundial evolucionaron mucho. En la época posterior a la Segunda Guerra Mundial, hemos hecho la transición de asuntos soviéticos internos y aislados a una era geopolítica. La combinación que encarnó GM Bobby Fischer de esforzarse por asegurar un considerable fondo de premios y "luchar en solitario contra el gigante soviético", desató la primera ola de gran interés en los jugadores de la élite y los premios. Korchnoi revitalizaría el aspecto político al desertar antes de sus matches contra GM Anatoly Karpov. Korchnoi lo llevó aún más lejos al generar controversias con el yogurt y los aspectos parapsicológicos, algo muy raro que no hemos visto desde entonces. Incluso el encuentro Kasparov-Karpov fue visto como una batalla "Glasnost vs. el intransigente" 

Las cosas se han calmado desde entonces, y sería difícil tener una discusión con Carlsen. Comenzando con su período como modelo para G-Star Raw, Magnus ha sido un catalizador y el impulsor de una transformación notable y francamente increíble. Una transformación que, por cierto, ahora se ha disparado con el éxito del "El Gambito de Dama" de Netflix y el online tour de Carlsen: el ajedrez se ha vuelto popular, y "cool". 

Magnus Carlsen Know The Champion
Magnus durante una entrevista en la televisión. Foto: Maria Emelianova/Chess.com.

Este enfoque contiene una interesante serie de ingredientes para que consideren los fans. Derrocar al campeón significará, claro está, drama y cambio. Y cambio significa emoción. También tendría un potencial - y enorme - impacto en devolver el ajedrez a su antiguo estado en Rusia, en caso de que tengan, una vez más, a un campeón del mundo. Después de generaciones de un dominio absoluto, debe ser extraño ver cómo el ajedrez ha perdido su brillo en el país; y aún más extraño, verlo en vivo, durante los horarios de mayor audiencia, en los hogares noruegos.

Pero no tienes que necesariamente ser noruego para preguntarte si el ajedrez perdería un poco de su brillo como celebridad en el caso de que Magnus fuera derrocado. Como el veterano periodista de ajedrez inglés, a menudo un "escéptico de Magnus", escribió recientemente en The Guardian: "Ya sea que la historia considere o no a Carlsen como el más grande de todos los tiempos, él ya ha hecho tanto o más para popularizar el ajedrez a nivel global que cualquier otro campeón del mundo anterior." Así que esa es otra cosa para considerar.

La escala Jante-Zlatan

En este artículo hubo algunos indicios sobre la mentalidad de un campeón. Magnus ha tenido un conocimiento asombroso sobre cómo cultivar una actitud de confianza y éxito desde muy joven; hay colecciones sobre sus frases desde sus comienzos que lo indican con claridad.

Su psicología deportiva es casi tan impresionante como su ajedrez, y ha quedado en el registro diciendo que el salto cuantitativo de ser un jugador talentoso a ser el mejor del mundo se debió a comprender conscientemente y tomar la decisión de que, para hacerlo, era necesario volverse mentalmente más fuerte que la élite existente.

Para dar un poco de contexto cultural, como mejor se resume el rango escandinavo de confianza pública es con la escala Jante-Zlatan: la modesta e igualitaria "Ley de Jante" en un extremo (y, también podría decirse, lo predeterminado) y la excesiva fanfarronada caprichosa del futbolista sueco Zlatan Ibrahimovic en el otro.

Aunque Magnus no se excede, tampoco se va al otro extremo. Al igual que la mayoría de los deportistas de alto rendimiento, él es su crítico más severo y tiene estándares increíblemente altos que satisfacer. No creo que puedas convertirte en un campeón dominante permitiéndote una falsa modestia; aun así, ha habido quienes prefirieron mostrarse más humildes. Magnus es de los que expresará su confianza con firmeza.

Magnus Carlsen Know The Champion
Magnus durante una entrevista televisiva. Foto: Maria Emelianova/Chess.com.

Recientemente le pregunté a Magnus si sentía que su experiencia con largos encuentros por el título mundial eran su mayor ventaja en este momento, y obtuve una respuesta contundente; "No, mi mayor ventaja es que juego mejor al ajedrez."

Mi mayor ventaja es que juego mejor al ajedrez.
— Magnus Carlsen

No hay mejor manera de preparar el escenario para este enfrentamiento.