AlphaZero: Sus geniales predecesores
La colección de Garri Kaspárov Mis Geniales Predecesores es una de las mejores obras que jamás se hayan escrito sobre el ajedrez.
Si solo pudiera llevarme libros de ajedrez a una isla desierta, estos serían los elegidos. Su narrativa es entretenida y educativa, así que puedes aprender la historia de nuestro juego a la vez que mejoras tus nociones generales del ajedrez.
Kaspárov muestra cómo cada uno de los grandes ajedrecistas aportó algo único para desarrollar la teoría del ajedrez. Sin embargo, esta afirmación del primer tomo es muy cuestionable:
Es muy posible que mi match con Krámnik (Londres 2000) sea el último en introducir cambios importantes a nuestra noción del juego [...]
Supongo que no debí de entender bien lo que Kaspárov quería decir aquí, porque la idea de que el desarrollo general de las nociones del ajedrez se frene en un momento dado suena muy errónea. De hecho, recientemente el mundo ajedrecístico fue testigo de un tremendo avance del ajedrez gracias a la misteriosa entidad llamada AlphaZero.
A menos que lleves el último mes viviendo en una cueva, habrás oído sobre el increíble resultado del match de 100 partidas entre AlphaZero y uno de los mejores módulos de ajedrez del mundo, Stockfish. ¡En realidad, aunque hayas estado viviendo en una cueva, seguramente aún habrás oído hablar de ello porque las noticias de este sensacional evento han estado en todas partes!
Se habla mucho de la desigualdad del hardware, de un control de tiempo cuestionable y una versión casi obsoleta de Stockfish. Yo no puedo pronunciarme en los aspectos tecnológicos pues no soy ningún experto.
Sin embargo, la forma en la que AlphaZero jugó ajedrez es verdaderamente fenomenal.
En uno de mis artículos recientes escribí sobre un tipo que quería aprender suficiente ajedrez en un mes como para vencer a Magnus Carlsen. ¡AlphaZero logró este objetivo en pocas horas!
No tenía libros de apertura, tablas de finales ni ningún otro tipo de guía. Dado que AlphaZero aprendió todo por sí solo, obviamente no tiene predecesores que lo ayudaran a avanzar en sus habilidades ajedrecísticas. Sin embargo, nosotros necesitamos la ayuda e los mejores jugadores de la historia para entender la profundidad del juego de AlphaZero.
Al revisar las partidas de AlphaZero, es inevitable observar que le gusta mucho sacrificar material, igual que a nuestros campeones mundiales humanos.
Es realmente impresionante que el ordenador encontrara estas complicadísimas líneas de aperturas por sí solo, ¡Sin ningún tipo de ayuda! Ahora veamos su obra maestra posicional. Adivina el movimiento de las blancas en la siguiente posición:
A primera vista parece que las blancas simplemente crean debilidades en el flanco de dama. Pero este movimiento fuerte en realidad tiene dos ideas. En primer lugar, las blancas quieren recuperar el peón pues tomarlo directamente no funcionaba. ¿Ves por qué?
Pero en realidad la idea de las blancas es mucho más profunda que simplemente recuperar el peón. El peón de b4 limita considerablemente el movimiento de las piezas negras en el flanco de dama. Después este peón fue a b5 y el alfil de las casillas claras de las negras estuvo prácticamente muerto hasta el final de la partida. La idea se jugó hace más de 100 años en la siguiente partida famosa:
AlphaZero descubrió un concepto realmente reseñable en la siguiente posición. ¿Puedes encontrarlo?
Sí, las blancas pierden deliberadamente su derecho a enrocar, porque en la posición con un centro muy estable y las piezas del oponente apretadas, es imposible que las negras creen amenazas reales contra el rey blanco. Mientras tanto, las blancas comienzan el avance decisivo en el flanco de rey. Si este concepto te resulta familiar, es que conoces los clásicos del ajedrez.
Esta es exactamente la forma en la que Alekhine venció a Capablanca en su última partida de torneo juntos. Ahí las blancas decidieron sacrificar su derecho a enrocar. Observa también que el embrollo en el centro y el flanco de dama es muy similar a la partida entre AlphaZero y Stockfish:
Ahora podemos entender mejor la profundidad del concepto posicional de AlphaZero y es hora de ver su sacrificio posicional de una pieza:
Espero que algún día Garri Kaspárov escriba un libro sobre sus geniales sucesores. ¡Apuesto que dedicará un capítulo a AlphaZero!