7 Tips para encontrar la mejor jugada

¡Ay amig@! Ahora que te estás adentrando en el mundo fascinante del ajedrez estarás vivenciando en tu propia piel que ser un estratega no es tarea fácil, ¡hay mil cosas a las que tienes que atender! Desarrollar tu ejército de la mejor forma, estar ojo avizor de las amenaza y trampas que te va poniendo el rival, el tic-toc del reloj, piezas que van y que vienen...y es que cuando nos metemos de lleno en el entramado de una partida de ajedrez debemos adquirir herramientas que nos faciliten el camino hasta la consecución del tan ansiado jaque mate. ¡Así que aquí te dejo 7 tips que te ayudarán a esclarecer tu mente a la hora de buscar la mejor jugada!

1. Juega la partida como si estuvieras narrando un cuento con el objetivo de dar una coherencia a cada una de las decisiones que vayas tomando en ella. En esta narración trata de establecer 3 partes principales: La primera sería la introducción donde se produce la presentación de los personajes (que en el ajedrez sería la fase de la apertura y en donde tenemos que tratar de desarrollar armoniosamente todas las piezas y proteger a nuestro rey); La segunda fase sería la llamada desarrollo o nudo donde ocurre el entramado de la historia (en ajedrez sería el medio juego, cuando nuestro rival nos va poniendo dificultades. En esta fase tenemos que tratar de establecer objetivos a corto, medio y largo plazo y hacer que nuestras piezas colaboren y coordinar bien); y por último, la tercera fase que es el desenlace (en ajedrez equivaldría al final de la partida, donde el entramado se va solucionando y se acaba por decidir todo).
2. En cada jugada que realice tu rival pregúntate, ¿Qué ha cambiado la posición? Aunque sea un insignificante movimiento de peón o de alfil, pero ¡la pieza ha abandonado una casilla para instalarse en otra! Lo que esto produce que la pieza en esta nueva casilla pueda provocar nuevos potenciales ataques, y consecuentemente dejan de existir ya los roles que la pieza realizada en la casilla que abandonó.
3. Trata de detectar los puntos más frágiles y débiles del rival y ¡Ve a por ellos! Fíjate en la estructura de peones, en la movilidad que tienen sus piezas, en la seguridad del rey, en la coordinación de sus piezas...Algo siempre falla, ya que la única posición perfecta es la inicial. Por ello, trata de encontrar algún recobijo de la posición del rival para comenzar a lanzar tus tropas hacia allí.

   

4. Establece objetivos a corto, medio y largo plazo que vayan dirigidos hacia un fin. La mayoría de las partidas se ganan pasito a pasito, ganando pequeñas ventajas hasta que al final, la acumulación de todas ellas hace que te alces con la victoria. Como decía el gran Marshall “Un mal plan es mejor que no tener ningún plan”.
5. Calcula y si estás seguro ¡Atrévete a tirar el balón a portería!. En ocasiones vemos sacrificios, entregas de piezas que, finalmente acabamos desestimando por el miedo a perder directamente, sin embargo, un latido insatisfecho se queda atrapado en nuestro corazón ¿qué hubiera pasado si hubiera entregado el caballo? Incluso este latido se acaba transforma en un dolor punzante cuando finalmente somos nosotros quienes recibimos jaque mate y el sentimiento de remordimiento comienza a invadir todo nuestro ser, ¡debía haber sacrificado!. Así que, la próxima vez que esto te ocurra te animo a que lo hagas, calcula hasta el final, confía en ti y sacrifica. Claro que en ocasiones saldrá mal y acabarás perdiendo, pero te aseguro que habrá más partidas que ganarás. Y si no te quedará el aliento en tu corazón de que “al menos lo intenté”.
6. Lucha contra los fantasmas y trata de descifrar los órdagos que tu rival te lance en la partida. Siempre me gusta recordar que desgraciadamente jugamos contra un rival que también quiere ganar y que no nos lo pondrá nada fácil para vencerle. Por ello, nos irá poniendo trampas, algunas reales otras puro espejismo. Así que, como buen estratega es tu labor saber descifrar la veracidad de cada una de ellas.
7. Ten consciencia que la mente y el cuerpo están conectados y se están retroalimentando constantemente. Si los nervios y el estrés invaden tu cuerpo esto se verá reflejado en tu forma de pensar; si por el contrario, eres tú quien sabe manejar tus emociones, verás que éstos acabarán jugando de tu lado, favoreciendo tu pensamiento creativo y racional para encontrar la mejor jugada, tu jugada perfecta en la posición.

Fdo. María Rodrigo Yanguas